En el espacio de lo inorgánico

Macizo de Cotiella, 2011

El paisaje de alta montaña es un espacio de lo transitorio. Reinado por el tiempo geológico, carente de gran incidencia antrópica, son lugares sensibles y con singularidad propia. Territorios de  inteligencia adaptativa con la que ser humano no tenemos capacidad más que de convivir temporalmente. La mirada fotográfica recoge y acoge el recorrido capturando contradicciones entre componentes, escalas y vitalidades. La obra intenta romper la percepción del lugar como un espacio externo y ajeno al individuo y emplaza el territorio como marco no sólo para mirar, pero también para pensar, para tomar consciencia de lo complejo, lo múltiple y lo diverso, más allá de lo físico.