Arqueologías del paisaje
Museu de la Vida Rural. Fundació Carulla. L’Espluga de Fracolí, 2021
Nuestra manera de interactuar con el entorno tiene unas consecuencias en el territorio que el paisaje evidencia. ¿Qué relaciones se establecen entre naturaleza y sociedad y cuáles son sus incidencias?
« Arqueologías del paisaje » busca despertar el pensamiento crítico sobre la capitalización del verde y los modelos de explotación y antropización de la naturaleza. Parte de la investigación del pasado próximo para ganar conciencia sobre las herencias presentes que debemos superar, aquellas que debemos conservar o incluso las que debemos recuperar de manera modernizada. Un ejercicio imprescindible para poder proyectar futuro.
El paisaje se entiende desde su dimensión física, como una descripción de los elementos característicos de una zona geográfica específica y, por supuesto, desde la dimensión cultural. Aquella mirada que elabora y nutre el imaginario colectivo, aquella en la que las personas somos agentes claves.
El discurso se articula en cuatro ámbitos a partir de entrevistas y dibujos, fotografías de archivo, plantas endémicas y, por último, piezas agrícolas del fondo del Museo. Desde aquí, se realiza un acercamiento a diferentes fenómenos paisajísticos, naturales y antrópicos del territorio de la Conca de Barberà. Éxodo rural, el nuevo paisaje surgido de la mecanización del mundo agrario o la nueva “ruralidad” son conceptos que subyacen en las obras.
El proyecto tiene una estructura colaborativa, parte de la implicación de agentes del territorio, contempla piezas con espacios de intervención libre y una serie de activaciones dirigidas a públicos diversos.
| paisaje resiliente |
Llum, a la vora de camins
Un herbario es una herramienta de estudio científico y cultural que representa el patrimonio vegetal de un lugar y sus saberes asociados. « Llum, a la vora de camins » (luz, en los márgenes de caminos) está formada por veintiocho especies, entre plantas ruderales y flora segetal, con usos medicinales, culinarios, cosméticos o como forraje para animales. Las especies seleccionadas plantean la degradación del patrimonio biocultural, la merma de conocimientos y maneras de hacer ecológicas, con la consecuente pérdida de riqueza biológica, y el empobrecimiento paisajístico derivado de todo ello.
Plantas endémicas como la Pimpinella o la Lactuca serriolata, antaño recolectadas o incluso cultivadas en la zona, han caído prácticamente en el olvido. Al tiempo, el Muscari (muscari) o la Cyanus segetum (anciano), como consecuencia de tendencias culinarias y demanda cosmética, comienzan a cultivarse. Ambas situaciones, olvido y usos, señalan la mercantilización que vive el sector.
Así mismo, como elementos bioindicadores, las plantas nos permiten leer la salud tanto de un territorio como de la sociedad que lo explota. La selección de semillas mantenida en el tiempo junto al uso desproporcionado de adobos y pesticidas, que generan suelos muy perturbados, dificultan el crecimiento de plantas como la Nigella damascena (arañuela) o la Agrostemma githago (neguilla). En estado silvestre estas especie son muy poco frecuentes, ambas provienen de cultivo de jardín, exponiendo la situación de sobre explotación a la que está sometido el campo. Como sociedad, nos vemos obligados a recurrir a la jardinería para recuperar especies que, hace tan sólo cincuenta años, abundaban en márgenes y campos.
Herbario realizado con el asesoramiento y colaboración de Natacha Filippi y Guillem Figueras (Els Corremarges).
Sanguisorba minor · Silene vulgaris · Papaver rhoeas · Scorzonera laciniata · Euphorbia serrata · Lactuca serriola · Foeniculum vulgare · Sonchus tenerrimus
· Bituminaria bituminosa · Lamium amplexicaule · Salvia verbenaca · Malva sylvestris · Plantago lanceolata · Muscari neglectum · Veronica persica · Medicago sativa · Calendula arvensis · Calendula officinalis · Urtica urens i Urtica dioica · Bryonia cretica subsp. Dioica · Capsella bursa-pastoris · Erucastrum nasturtiifolium · Nigella damascena · Agrostemma githago · Echium vulgare · Glebionis segetum · Cyanus segetum · Vaccaria hispanica
| paisaje transitado |
Mirada de archivo
Cambios y ritmos que capturan las miradas. Una selección de diecinueve fotografías de archivo procedentes del Fondo Carulla del Museu de la vida rural y del Archivo del Paratge Natural del Bosc de Poblet, recorren el territorio de la Conca de Barberà estableciendo una correspondencia entre el paisaje agrario tradicional de la comarca y las transformaciones resultantes de los sistemas de explotación de sus recursos naturales.
Parajes que antaño gozaron de una equilibrada diversidad vegetal actualmente, pese a desastres como la filoxera de finales del s.XIX, están presididos por monocultivos intensivos y extensivos de viñas. La escala alcanzada por la mecanización del mundo agrario -que sin duda fue un avance necesario para el campesinado- ha sido también una de las causas que ha convertido los modelos de socialización y cooperativismo agrario en estructuras residuales.
Un retrato en blanco y negro, aparentemente poético y nostálgico, que sirve de mirada crítica al sistema capitalista y a la economía como único motor de crecimiento evidenciando la ausencia de miradas ecológicas. El relato fotográfico invita a reflexionar sobre realidades contemporáneas que, sin duda, extrapolan las fronteras del territorio que captan.
| paisaje vivido |
Conca de Barberà
La voz y la experiencia del lugar. A partir de la lectura de elementos vegetales representativos del territorio de la comarca se hace un retrato de su paisaje agrario. Viñas, almendros, olivos, nogales o higueras son algunas de las especies que inspiran los 9 dibujos abstractos que forman la “instalación pictórica”. La abstracción empuja al espectador a interpretar los dibujos, en la búsqueda de referentes reales que le permitan ubicarse en el espacio. Este ejercicio choca con las voces que habitan la pieza y que le sitúan en un lugar concreto: el paisaje agrario de la Conca.
En primera persona, tres oriundos explican los cambios vividos en las maneras de hacer en el campo y cómo se manifiestan en el paisaje. Sus narraciones se desarrollan a modo de reflexión en voz alta, cuestionan cómo se estructura y articula actualmente la explotación agraria y qué consecuencias ha tenido y puede tener. Mecanización, siembra año tras año, uso de pesticidas y otras realidades de tipologías similares rebotan entre las paredes. En definitiva, una mirada centrada en la productividad de cultivos frente, prácticamente, a cualquier otra necesidad.
| paisaje emergente |
Maneres de ser-hi
Una instalación protagonizada por el vacío, presidida por herramientas agrícolas del fondo del Museo de la vida rural, retrata la situación actual del mundo rural y del campo. Se prevé que en 2050 el 70% de la población viva en núcleos urbanos. Las ciudades fagocitan recursos primarios, no tienen autonomía en recursos vegetales. ¿Cómo será de sostenibles este futuro?. Es primordial construir diálogos y permeabilidad con los espacios periurbanos y rural, mirar al campo para cuidar la Tierra.
La pieza plantea un dispositivo experimental para visibilizar cómo nuestra manera de estar en los lugares tiene incidencias más allá de lo que percibimos en superficie. Durante los meses de exposición, el movimiento de las personas que transitaban la instalación, quedaba registrado, de forma gráfica, debajo de la tierra que cubría la sala, dando paso a una nueva obra.
En una atmósfera de quietud y luminosidad, Arqueologías del paisaje despliega un discurso crítico y apuesta por lo local como estrategia para generar en el visitante empatía con el entorno. La empatía es un factor fundamental para despertar pensamientos y reflexiones que promuevan crecimientos sostenibles.